viernes, 5 de enero de 2007

Trabajadores en prision

Una vez leí que la vida a todas las personas, las empuja, golpea y humilla. Algunos se dan cuenta de esto y aprenden de cada golpe que la vida te da, mientras otros sencillamente aprenden a aplacar el dolor y acostumbrarse a el.

Lo triste de esta situación, es cuando la situación contextual, quizas familiar, o de necesidad te obliga a poner la mejilla para que no solo la vida, sino todos, te pisoteen o pasen a llevar.

Los golpes que se te pueden dar son la humillación, la deshonra, la desacreditación. la desconfianza, etc, etc...

Que penosa debe ser la vida de aquellos trabajadores que necesitados del triste sueldo de fin de mes, deben bajar la cabeza, aguantar ira y peor, no deben renegar en contra de quienes le pasan a llevar, para poder recibir el penoso monto monetario que aliviará sus desconsuelos...

Me imagino que en situaciones como estas, sumado al alto nivel de desempleo que existe en algunas regiones, los trabajos se convierten en cárceles imaginarias que dificilmente podrán ser destruidas en primer lugar porque existe la necesidad de aguantar y en segundo lugar porque el tiempo de aguante, vuelve cada vez más fuertes los barrotes y más pequeñas las ventanas hacia la luz de un futuro mejor.

... A pesar de todo esto, creo que me hace super bien ver esta situación, y mucho mejor vivirlo... sonará raro, pero parte de estos desastres empresariales y sociales, me alientan de una forma en que no podría hacerlo ningún libro...

Al menos por ahora, me obligo a verlo para no permitirlo en el futuro y espero en verdad que pueda escapar a tiempo para que los barrotes no me dejen preso en este extra"ordinario" sistema de vida.

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